Repollitos de Bruselas con girasol picante

Repollitos de Bruselas con girasol picante

Letras | Cocina

img_4284img_4161El repollito de Bruselas es una hortaliza con mala reputación. Perteneciente a la familia de la col, es oriunda del litoral mediterráneo y resiste los climas fríos, por eso quienes la hemos adoptado y domesticado en nuestras cocinas, la disfrutamos durante el invierno. Para personas sensibles a los sabores amargos, como afirma Harold McGee en “La cocina y los alimentos” (libro ya citado en otra entrada), las coles de Bruselas son, simplemente, demasiado amargas para comérselas. Y eso se debe a una sustancia llamada tiocianato concentrada en su interior que, tanto si las cocinamos rápidamente como si lo hacemos despacio, el resultado es el mismo sabor amargo. Es aconsejable cortarlas por la mitad, para que al cocerlas puedan liberar parte de este componente que no es del gusto de la mayoría.

img_4292Durante décadas, dice también McGee, la ciencia de la nutrición afirmó la condición accesoria de las verduras y frutas y las ubicó a un lado del plato y al final de la comida, consideradas fuente de unos pocos nutrientes que sólo necesitamos en pequeñas cantidades, y de fibra mecánicamente útil. Sin embargo, en los últimos años, hemos empezado a darnos cuenta de las muchas sustancias valiosas que las plantas han guardado para nosotros, y aún seguimos aprendiendo.

img_4296Los nutrientes y vitaminas (como la A, C y K) contenidos en los repollitos de Bruselas actúan en nuestro organismo como antioxidantes, anti-inflamatorios y desintoxicantes, favoreciendo la prevención de enfermedades cardiovasculares, el estreñimiento (ricos en fibra), regulando la función de la glándula tiroidea, impidiendo la formación de tumores cancerosos en el aparato digestivo, etc

Analizando los múltiples beneficios de esta hortaliza y procurando una manera de mitigar su sabor amargo la declaramos protagonista de nuestro plato de hoy, pero, si como dice McGee, decide usted servirla como accesorio, puede correrla hacia un costado y acompañar esta ensalada con la fuente de proteína que prefiera; le sugiero algo ligero, algún pescado, cereal o legumbres, pues esta verdura, consistente y rica en fibra, favorece la sensación de saciedad. Por ejemplo, con el salmón que describimos en este post, o el lenguado de este otro, o el risotto de quinoa con pesto, etc. Combina, excelentemente también, con un queso de cabra semi blando, sin estacionar, esparcido en trozos sobre la ensalada antes de llevarla a la mesa.

img_4260img_4258Para otorgar a la preparación una cualidad crocante opté por una buena cantidad de semillas tostadas, de girasol, con una pizca de sal marina y una cubierta de ají molido que pica y divierte mientras se deshace en la boca.

img_4280Adicionalmente, el valor nutritivo de las semillas de girasol convierte el plato en una rica fuente de proteína saludable y además aporta aceites y grasas sanos, calcio, fósforo, hierro, vitaminas A, D, E y muchas del complejo B. Al tostar las semillas, algunas de estas propiedades se desvanecen, sin embargo, su origen natural y su composición hacen de las semillas (y no sólo de girasol) un alimento difícil de igualar en cantidad de nutrientes –no se encuentran en ningún otro en estas concentraciones.

img_4300Son ideales como aperitivo o golosina y, aunque tostadas con sal o con azúcar orgánico, siempre resultarán más saludables que comprar un dulce de kiosco o completar nuestro plato de repollitos con panceta frita. Le parece razonable?

IMG_4301Repollitos de Bruselas con girasol picante

Ingredientes: (para 2 personas)
Para los repollitos:
350 gramos de repollitos de Bruselas
3 cucharadas de azúcar mascabo
1 cdta. de sal marina
3 cdas. de aceite de oliva
2 cdas. de jugo de limón
tiritas de cáscara de limón c/n

img_4133img_4126Preparación:
Lavar los repollitos de Bruselas, descartar las hojas externas que no estén en buenas condiciones, cortarlos por la mitad y hervirlos en vaporera o en agua con sal durante pocos minutos, hasta que estén al dente y aún conserven su color natural característico. Retirar del fuego.

img_4192Calentar una sartén con el aceite de oliva y el azúcar mascabo. Condimentar las mitades de repollitos de Bruselas con sal y disponerlos boca abajo sobre el fondo. Saltear durante unos minutos, hasta que el azúcar se derrita y comience a caramelizar.

img_4218Darlos vuelta y revolver bien para amalgamar los sabores. Desglasar el fondo de cocción con el jugo de limón, cocinar por unos segundos más y retirar.

img_4251Servir sobre el plato con tiritas de cáscara de limón (podrían ser de naranja o pomelo) y las semillas de girasol picantes espolvoreadas encima. Si quiere agregar aún más sabor a esta ensalada, pruebe finalizarla con la vinagreta de perejil. La receta la encuentra aquí.

img_4305Para las semillas de girasol picante:
150 grs. de semillas de girasol peladas
2 cdtas. de ají molido
1 cdta. de sal marina
aceite de oliva c/n

img_4088img_4329Preparación:
Precalentar el horno a temperatura moderada. Colocar las semillas de girasol en un bowl, agregar el ají molido, la sal y la cantidad suficiente de aceite de oliva para humedecer las semillas y lograr que los condimentos se adhieran a su superficie (2-3 cucharadas). Mezclar bien y esparcirlas en una asadera.

img_4166Llevar a horno durante 10-15 minutos revolviendo de vez en cuando y vigilándolas para que no se quemen. Retirar y volcarlas sobre papel de cocina hasta que enfríen.

img_4194Servir sobre la ensalada y guardar el resto en un frasco de vidrio cerrado herméticamente. Cuando llega a casa con hambre, cuando mira una película o partido de fútbol, cuando tiene ganas de comer algo salado y no sabe definir el “algo”, acuérdese de estas semillas.
Créame, resuelven urgencias…

img_4236img_4307Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Membrillos: al horno, en almíbar y mermelada

Membrillos: al horno, en almíbar y mermelada

Letras | Cocina

img_3050img_2500El dulce de membrillos tiene sus aficionados, y también algunos que no lo prefieren. Para los que nos amigamos de niños, o de grandes, con su sabor va esta nueva receta.

En la entrada de la pizza integral le comenté acerca de los amigos “virtuales” ganados en el camino que recorro en mis caminatas diarias. Entre ellos, el único fuera del género humano, es un loro. Al que extraño, es inevitable, pues lleva semanas sin asomarse a su balcón, erguido, como solía estarlo, sobre una planta crecida en maceta desde donde a veces me saludaba, otras hablaba solo, cambiaba de humor y gritaba, o permanecía mudo. Antipático y todo, era una compañía, sin duda. Para resumir este cuento bastaría una palabra que define el factor principal por el cual mi loro se esconde: frío. Claro que me gusta hacer el cuento largo, el corto desprende un tufo a melancolía que me hiela aún más los huesos.

img_2956Las frutas de color y fuerza volverán con el clima cálido, por ahora, el invierno, nos anuncia lo que sabe hacer: peras y cítricos, las eternas bananas y manzanas, alguna uva esporádicamente o frutilla fuera de estación, y aquella con la cual trabajaremos, el membrillo. Según Harold McGee en su libro “La cocina y los alimentos”,el membrillo nos da un indicio de cómo podrían haber sido las manzanas y las peras en su forma primitiva. Es terroso por las células pétreas, astringente y duro hasta cuando está maduro. Con un distintivo aroma a flores –a violetas–, especialmente concentrado en su piel amarilla y con pelusa. Se los domestica cocinándolos.

img_3041Concuerdo con McGee en el perfume a violetas de mis membrillos. El aire de la cocina, como si dueño de grandes fosas, absorbió su olor dulzón y pesado, de caramelo, y lo liberaba con gran afán cada vez que alguien estaba cerca casi obligándonos a tomar la fruta, a pegarnos a ella con ojos cerrados, a aspirarla perdidamente.
Los domesticamos de tres formas, preparando mermelada, membrillos en almíbar y membrillos asados. Elija usted la que considere más propicia y anímese con esta fruta, fíjese en ella cuando pase delante, repare en su color, tome la más madura, no tiene que ser perfecta, huélala, péguela a su nariz y aspire hondo, como mi cocina, para tragarse el dulce en un solo respiro.

img_3029Ahora sí, a trabajar! Sobre el azúcar mascabo y la stevia que utilizamos en estas preparaciones hablamos ya de sus propiedades. Puede reemplazar ambos por azúcar orgánica, le daré las proporciones en la lista de ingredientes.

Membrillos: al horno, en almíbar y mermelada

Mermelada
Ingredientes:
1 kilo de membrillos
4 grs de stevia de alta pureza
ó su equivalente comercial en dietéticas c/n a gusto
8 cdas. de azúcar mascabo  ***
10 grs. de pectina

img_2505img_2942Preparación:
Pelar y quitar las semillas del centro de los membrillos. Envolver en una gasa las cáscaras y las semillas y reservar (la pectina contenida en ambas ayudará a espesar nuestro dulce). Cortar los membrillos en trozos pequeños para que se cocinen en menor tiempo. Disponerlos en una cacerola y cubrirlos con agua. Llevar a fuego alto junto con el atadito de gasa hasta que hierva. Bajar el fuego. Agregar la stevia al líquido y disolverla bien. Seguir cocinando hasta que los membrillos estén tiernos. Descartar la gasa con las semillas y las cáscaras y también parte del agua de cocción, conservando sólo una cantidad mínima para no aguar el dulce. Procesar con un mixer, en la misma cacerola, los membrillos.

img_2845Disolver la pectina en una taza de agua a temperatura templada, casi caliente, evitando que hierva para no destruir con el calor excesivo sus propiedades gelificantes. Agregar a los membrillos procesados junto con el azúcar mascabo y cocinar por unos minutos más hasta que obtengamos la consistencia deseada. Recomiendo no sobrepasar el tiempo de cocción, recuerde que la pectina puede desvanecerse si la exponemos al calor durante demasiado tiempo.

Dejar enfriar y envasar en frascos de vidrio limpios (lavados previamente con cuidado). Si quiere conservarla por más días, se debe envasar en caliente.

img_2953*** Si no utiliza la stevia reemplace las cantidades indicadas por 300 grs de azúcar mascabo en cada kilo de fruta.

Membrillos en almíbar
Ingredientes:
1 kilo de membrillos
150 grs de azúcar mascabo
1 litro de agua
1 vaina de vainilla
jugo exprimido de medio limón
jugo exprimido de media naranja

img_2799Preparación:
Llevar a hervor en una cacerola el agua, las semillas y la vaina de vainilla, los jugos de limón y naranja y el azúcar hasta que disuelva. Mientras tanto trabajar la fruta como en la preparación anterior e incorporarla al almíbar. Cocinar hasta que los membrillos estén tiernos. Dejar enfriar y servir con tiritas de cáscara de naranja.

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Membrillos al horno
Ingredientes:
1 kilo de membrillos
150 grs de azúcar mascabo
1 litro de agua
1 vaina de vainilla
jugo exprimido de medio limón
jugo exprimido de media naranja
azúcar mascabo para hornear c/n

Preparación:
Seguir los mismos pasos descritos en la receta de los membrillos en almíbar, pero en este caso los trocearemos en cuartos.

img_2826Cuando estén comenzando a ablandarse (no totalmente tiernos, retirarlos antes de ese punto), transferirlos a una asadera, volcar parte del almíbar en el fondo y espolvorear encima de cada trozo con azúcar mascabo.

img_2838Cocinar hasta que el azúcar caramelice. Dejar enfriar y servir con pistachos picados groseramente y un óptimo queso de cabra.

img_3034img_2953Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

De India: Masala Chai

De India: Masala Chai

Letras | Cocina

dsc09500Cada comienzo de año se parece a un lunes. Se toman o se intentan tomar resoluciones nuevas, se inician las dietas de desintoxicación, aumenta el número de inscripciones en los gimnasios, de fieles en la iglesia, de mujeres en la peluquería cambiando estilos y colores, de esperanzas.

He recibido en mi correo varias ideas de regímenes a base de lechugas y otras frugalidades y algunos ejemplos de té depurativos, milagrosos –según sus creadores– para mitigar las consecuencias de este período de fiestas y comilonas. Justo y necesario probarlos.
Sólo que en mi caso, y luego de tantas dietas fallidas y exitosas, he resuelto consentirme un comienzo de año menos riguroso, más permisivo, pues sabemos que aquello prohibido adquiere un rol protagónico, se torna brillante y aumenta el deseo de conseguirlo, tocarlo, sentirlo, gustarlo, dominarlo. Claro que si usted ha tomado una resolución vital, entonces deberá ajustarse a sus exigencias. Ya no seré su referente con esta noción medio alocada que se me ha ocurrido en estos días sino su más devota seguidora y si me pide ayuda lo asistiré con alegría.

dsc09471De todas maneras usted me conoce. Opto, siempre que sea posible, por una alimentación sana, la forma más amigable de comer bien, sin privaciones ni ayunos que traerán consigo el enorme riesgo de malograr o abandonar hasta los mejores propósitos.

Le propongo un té, que si bien dicen tiene muchas propiedades revitalizantes, a mi me gusta porque es rico! El Masala Chai es una bebida muy popular en la India. Se toma a todas horas: para desayunar, comer o cenar, en casa, en la calle o cuando se visita una tienda, no vacilarán en ofrecérselo.
“Masala” es el nombre que se da a una mezcla de especias muy usada en la cocina hindú, literalmente significa “mezcla de especias calientes”, porque dan calor al cuerpo, y “Chai” significa té en hindú. El Masala, como se llama en India, es la mezcla de té negro con cardamomo, canela, jengibre, clavo, pimienta negra, cayena y nuez moscada. En realidad, no hay recetas para preparar un Masala Chai. Sí secretos. Dicen que cada familia en India prepara el suyo propio mezclando sus especias favoritas y esta combinación particular es transmitida de generación en generación. Su aroma seduce y su sabor nos sorprende y dispara el resto de los sentidos. Aunque los ingredientes pueden variar bastante, el sabor es siempre intenso, fresco y algo picante. Es importante que al servir, se haga desde lo alto, así se consigue que la bebida se oxigene y adquiera su gusto definitivo.

masala-chaiM&R Tours –recuerda que le he contado de nuestra agencia de viajes?– se ocupa, entre otras cosas, de acoger viajeros provenientes de la India en cualquier lugar de Sudamérica donde quieran pasar sus vacaciones. Y a través de estos años de no poco trabajo hemos aprendido a comprender cómo piensan, en qué creen, qué no dicen cuando dicen algo, qué esperan. Quizá cueste más entenderlos que quererlos, pues lo primero requiere cierto tiempo, lo segundo no más de un instante.

Para usted mi versión personal de este té tradicional de la India. Para nuestros indios: gracias!

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Masala Chai

Ingredientes: para 2 tazas
1 ½ tazas de agua
½ taza de leche (en mi caso uso de cabra)
2 cucharaditas generosas de té negro en hebras (o 2 saquitos de té)
3 cucharaditas de azúcar mascabo
1 cucharada de miel
1 cucharadita de jengibre fresco rallado
3 frutos de cardamomo (descartar las vainas y utilizar las semillas de su interior)
6 granos de pimienta negra
1 rama corta de canela
1 cucharadita de pétalos de rosa secos (opcional)

dsc09377dsc09371dsc09398dsc09390dsc09383dsc09386En una cacerolita pequeña hervir el agua, bajar el fuego y agregar la leche, el azúcar, la miel y cocinar por 3 a 5 minutos. Añadir el té y las especias, revolver bien y tapar el recipiente. Cocinar 5 minutos más a fuego lento.

dsc09459Apagar el fuego y dejar reposar por 5 minutos. Colar y servir desde lo alto.

dsc09463dsc09464dsc09483Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Frutillas: mousse de verano

Frutillas: mousse de verano

Letras | Cocina

dsc09142dsc09122Mis árboles amigos, los mismos que anduvieron mostrándose aquí en otras entradas, están repletos. Gordos de verdor y voces de aves diferentes.

dsc08812Espesura que nos da sombra, y de su bamboleo pesado recibimos el alivio para el calor cuando aplasta. Refugio.

dsc08820dsc08819Los verduleros exhiben con desfachatez sandías y melones cortados al medio, haciendo aguar la boca del que pasa y obligándolo a meter mano en el bolsillo para entrar y comprar. A mí la sandía me provoca hundirme con cabeza y dientes en su carne vistosa hasta arrancarle de un mordisco el corazón y reventar de dicha.

dsc09035dsc09089Llegan de a poco las uvas, hay quienes pueden jugar a seducir con ellas; nosotros, el resto, sufriremos a lo sumo un empacho bien ganado. También las cerezas, que manchan casi con seguridad cada camino que les mandamos recorrer: fruto incomparable. Duraznos, mangos, damascos… Puro jugo, pura agua…

Y la señora frutilla, faltaba más.

dsc08934La reina, la roja, la dulce, la que se sube a todos los postres. Cuántas recetas ha protagonizado? Y películas? Y libros? Cenas de gala? Picnics? Fotos?
Sabía que una taza de frutillas tiene solamente 55 calorías? Que hay un museo en Bélgica sólo para frutillas? Que las frutillas son un miembro de la familia de las rosas? Que en promedio una frutilla tiene 200 semillas? Que la frutilla es la única con las semillas en el exterior de la fruta? Que ocho frutillas proporcionan el 140% de la cantidad de vitamina C recomendada diariamente?

dsc089301La frutilla me gusta en estado natural, para qué agregarle qué si no lo necesita. Sin embargo, como usted estará esperando alguna receta interesante veremos cómo nos resulta esta mousse con leche de coco, merengue de azúcar mascabo y reducción de aceto balsámico a la pimienta. Y frutillas, por supuesto!

dsc09114Nada sofisticado (no es mi estilo, usted me conoce). Una combinación delicada y bastante particular. El aceto balsámico y la frutilla se llevan muy bien desde un largo tiempo antes que yo descubriera mi afán por la cocina o más aún, que incluso naciera (bueno, habría que averiguar si la idea es tanto así de viejita…). Ambos elegantes, puros, un poco dulces y un poco ácidos, y sencillamente nobles.

dsc09105En una oportunidad tuve la gran fortuna de visitar la admirable acetaia Leonardi, en Módena, Italia.

dsc04081dsc04084La degustación de los distintos acetos (distinto año de cosecha, distinto tiempo de maduración, distinta cantidad de trasvases, distinta calidad de la madera de los toneles, distinto clima, distinto amor y distinta mano de quien lo elabora) se realiza en cucharitas. Nos las proveía la joven que nos explicó este proceso y nos llevó a recorrer las instalaciones: ojos y edad envidiables, y además una apasionada. Lo comento porque era muy notorio, de otra manera no habría podido advertirlo; los míos se mantuvieron cerrados durante casi toda la visita, y se echaban para atrás, con mi cabeza derrotada mientras mi garganta –por la que corría el bálsamo–, con cada gota, apretaba el cielo.

dsc04095Para despedir el año o recibir el que vendrá o las dos cosas, le propongo un postre fresco, estivo, saludable, aparentemente manso… Basta probarlo, después me cuenta.

Muy Feliz Año para usted y su familia!

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Mousse de verano

Ingredientes:
400 grs de frutillas procesadas
jugo de ½ naranja
ralladura de la cáscara de 1 naranja
4 claras
100 grs de azúcar mascabo
100 grs de azúcar orgánico
50 grs de miel
80 ml de agua
14 grs de gelatina sin sabor o agar agar
400 grs de leche de coco (conservar en heladera desde el día anterior)
40 grs de pistachos sin sal pelados y finamente picados

dsc08995Preparación:
Procesar las frutillas con el jugo de naranja y la ralladura y tamizar en colador o en pasa verdura. Obtendremos un jugo sedoso y libre de grumos o restos de fruta sin moler. Vale la pena el esfuerzo extra.

dsc09067dsc09072Disolver la gelatina en 50 ml de agua caliente.
Preparar un almíbar con los azúcares, la miel y el agua a punto bolita. Tardará unos minutos más de los 12 que toma un almíbar con azúcar blanca.
Mientras tanto batir las claras a nieve. Cuando el almíbar esté en su punto justo agregarlo a las claras por un costado del recipiente sin dejar de batir, hasta que se enfríe.

dsc09076Retirar la leche de coco de la heladera. Al contacto con el frío los grasos de la leche subirán a la superficie. Trate de extraer sólo esta parte, evitando que se cuele el líquido.

dsc09082Batir ligeramente en bowl por separado.

dsc09084Incorporar la gelatina disuelta a la pulpa de frutillas, luego el merengue italiano y por último la leche de coco batida.

Colocar la preparación de la mouse en un molde grande o en moldes individuales y llevar a la heladera por al menos dos horas o hasta que tome una consistencia casi firme. Dejar una hora en el freezer o en el congelador antes de servir para que esté bien frío.

Acompañar con la reducción del aceto balsámico y decorar con los pistachos pelados y picados y con pétalos de rosa secos (esto último no es necesario, pero dígame si no se ve lindo…)

dsc09124dsc09120Para la reducción de aceto balsámico:
150 ml de aceto balsámico
4 cucharadas de azúcar integral
1 cucharada colmada de miel
Pimienta c/n

Verter en una cacerolita el aceto con el azúcar y la miel. Cocinar a fuego fuerte hasta que rompa hervor y luego bajar a mínimo durante 5 a 8 minutos más o hasta que comience a verse denso. No sobrepasar este tiempo de cocción, porque al enfriarse la reducción seguirá espesando. Retirar del calor y agregar pimienta a gusto.

dsc09115dsc09152dsc09165dsc09175Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

De Mendoza, ensalada tibia con olivas.

De Mendoza, ensalada tibia con olivas.

Letras | Cocina

… el olivo
de volumen plateado,
severo en su linaje,
en su torcido corazón terrestre…
Oda al aceite (Pablo Neruda)

dsc046902Mendoza, tierra seca. Desierto desnudo. Ejemplo y testimonio permanente de los dones que nos regala el suelo con el estímulo adecuado. Los huarpes lo sabían muy bien, y gracias a ellos, esta ciudad, después afamada por el sol y el buen vino, produce y prospera.
Estuve allí hace muy poco.
Mi primer paseo? Busqué con urgencia su mercado, como lo hago siempre que visito una ciudad distinta a la mía. Lo encontré a dos cuadras de mi hotel, y al entrar sonreí, agradecida y alegre.

dsc046512“¡Atención al mercado, que es mi vida!”, escribió también Pablo Neruda. Lo cito en esta oportunidad por ser hombre fecundo como esta tierra, amante de las letras y la cocina, glotón de la vida, un destello humano, hubiera cabido bien en Mendoza. Vuelvo a citarlo: “… amo tanto las palabras… son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto…”
Entiende usted la envergadura de su glotonería?

neruda1Entonces el mercado. Me detuve ante dulces de alcayota, durazno cuaresmillo, cereza, membrillo, manzana, arándanos, batatas, quinotos… Compré higos en almíbar, queso de cabra, pasta de aceitunas y mermelada de uva. Al regresar a casa, se esfumaron en menos de tres días. Qué pena. O qué dicha?…

dsc04652dsc04653dsc04654dsc04655Con el espíritu recobrado, como quien mira en alto luego de haber cumplido una celebración importante, salí a sus calles, verdaderos túneles verdes, “ciudad jardín”. Cincuenta mil frondas, de cincuenta mil árboles, la mayoría moreras híbridas, fresnos europeos, plátanos y paraísos comunes, se elevan desde ambos lados de la calzada.

dsc04659dsc04667Y en la calzada, fotografié sus acequias, sistema de riego fundamental para esta región desértica, transformada en un oasis por los indígenas que la habitaron, los huarpes, creadores de un sistema de riego por canales que les permitió distribuir el agua del Río Mendoza.

mendoza-acequiasA pocos kilómetros, ya fuera de la ciudad, el sistema de riego por goteo ha sido causa y benefactor de un paisaje prolífico en viñas y bodegas, olivares y frutales, y comienzo a disfrutarlo desde las primeras horas de la mañana siguiente. Nos recibe un camino de álamos, y un perro cómplice nos acompaña con su cariño. De fondo el Cordón del Plata, nevado, tras una capa de fina neblina, se impone.

Paseamos entre barriles y pianos empolvados, jugamos en las cocinas magistrales a ser dueños y a cocinar algún prodigio, comimos los colores de las huertas, probamos sus vinos y aceites de oliva, hicimos amigos con facilidad. Cintia es una de ellos. Gracias por acogerme como familia, por tu calidez, por el día entrañable!

dsc04705dsc04788dsc04754dsc04735dsc04763dsc04780dsc04781dsc04798El sol no se detuvo nunca, y el viento Zonda nos fastidió una mañana volándonos el peinado y las hojas de los árboles. En el otoño de mi pueblo natal, regresando del colegio a casa, me entretenía con el andar crujiente de mis zapatos sobre el colchón seco que el otoño había tirado al piso. Unos cuantos años después, lo evocaba con ternura y ojos de niño radiantes.
Que mi amiga tenga razón, y que el regreso nos confirme pronto la parte que le corresponde en la sentencia.

dsc04765… No sólo canta el vino,
también canta el aceite,
vive en nosotros con su luz madura
y entre los bienes de la tierra
aparto,
aceite,
tu inagotable paz, tu esencia verde,
tu colmado tesoro que desciende
desde los manantiales del olivo…
Oda al aceite (Pablo Neruda)

dsc04697Ensalada tibia de zapallo y olivas marinadas

Ingredientes: para 2 personas
Para la ensalada:
600 grs. de zapallo Tasty o calabaza
1 atado perqueño de berro (o rúcula o radicchio o cualquier otra hoja amarga o picante)
150 grs. de queso de cabra (o el queso de su preferencia)
semillas de zapallo peladas y tostadas c/n (puede reemplazarlas por nueces picadas groseramente)
aceite de oliva c/n
sal y pimienta c/n
1 cucharada de azúcar mascabo
jugo de limón c/n

dsc05578Para la marinada de olivas:
250 grs. de aceitunas surtidas: verdes, negras tipo griegas, negras.
50 grs. de tomates deshidratados
½ taza de aceite de oliva extra virgen
2 cucharaditas de tomillo
2 cucharaditas de orégano
1 cucharadita de ají molido
ralladura de la cáscara de 1 limón
jugo exprimido de ½ limón grande o 1 pequeño

dsc05663Para la marinada de olivas, mezclar los diferentes tipos de aceitunas con los tomates deshidratados previamente remojados en agua caliente y escurridos. Calentar a fuego bien suave en una cacerolita el aceite de oliva, el orégano, el tomillo, el ají molido y la ralladura de la cáscara del limón. Mantener la temperatura baja por 5 a 8 minutos para que el aceite se perfume del aroma de las especias. Retirar del fuego, agregar el jugo de limón y verter el aceite sobre la mezcla de aceitunas y tomates secos. Revolver y guardar en la heladera. Lo ideal es preparar la marinada con más de 12 horas de anticipación o el día anterior, para que los sabores se impregnen bien. Mezclar cada tanto asegurándonos de que todas las olivas estén bien cubiertas.

dsc05662dsc05666Pelar y cortar el zapallo en finas rodajas de aproximadamente 1 y ½ centímetros de espesor. Acomodar en una asadera aceitada de manera que cada rodaja quede completamente apoyada por uno de sus lados (necesitamos que quede bien caramelizada). Rociar con aceite de oliva, sal y pimienta y el azúcar mascabo y cocinar en horno fuerte durante 5 minutos por lado o hasta que el zapallo esté cocido pero no demasiado blando. Retirar y reservar.

dsc05656Condimentar la ensalada de hojas con aceite de oliva, jugo de limón o aceto balsámico y sal. Romper el queso con las manos en pequeños trozos.

dsc05673dsc05677Acomodar el zapallo en el plato o la fuente de servir, volcar encima parte de la marinada (la preparación restante se conserva en la heladera. Es muy versátil como ingrediente de un plato de entrada o como aperitivo en sí mismo). Terminar con el queso, las semillas de zapallo y acompañar con la ensalada.

dsc05689dsc05686Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)