Letras | Cocina
Un plato aparentemente ligero, pero muy confortante. Pruebe esta receta!
Lo dice el Diccionario de la Real Academia Española, confortar es dar vigor, espíritu y fuerza a alguien. Animar, alentar, consolar a una persona afligida.
Cree usted que un plato sea capaz de tal conquista?
No sé si me apura el otoño con su inminente llegada o es el calor debilitándose, vencido antes de tiempo. Lo cierto es que -en la cocina- busco el verano, abrazo el calor y utilizo los ingredientes que pronto perderán su firmeza o peor aún, dejaremos de ver en las góndolas.
Cada estación del año aporta sus alimentos propios, sepa elegirlos y llevarlos a casa, que una comida de las “de estación” logrará un sabor más intenso, más fresco, aportará variedad a su mesa y, sin duda, obtendrá usted las virtudes nutricionales que su salud, sea joven o quizá no tanto, agradecerá brindando bienestar y un mejor rendimiento a su actividad cotidiana.

La chaucha (o judía, habichuela, poroto verde o ejote) proporciona un alto contenido de fibra, de vitamina C, de ácido fólico, grandes dosis de calcio, magnesio y hierro y muy bajo valor calórico.
Con respecto al gastrique que acompaña, de limón y tomate fresco, y siguiendo con la definición de un diccionario –en este caso el Larousse Gastronomique – el gastrique es una reducción de vinagre y azúcar o miel hasta su caramelización, para luego rebajarla con un líquido (agua, vino, fondo, etc.) Base de salsas agridulces, el gastrique es un ingrediente básico de la cocina francesa que, combinado con el jugo de frutas, potencia el sabor de cualquier plato, desde verduras hasta carnes, pescados, aves, mariscos.
Añadida a un simple puré de tomates, como en nuestro caso, equilibra su acidez natural de una forma más completa que con la simple adición de azúcar.
Se conserva en recipiente bien tapado en la heladera durante semanas, pues tanto el medio ácido como el azúcar son ingredientes conservantes.
Chaucha tierna + hinojo en láminas + albahaca frita + almendras partidas + gastrique de limón y tomate fresco
Ingredientes: (para 2 porciones)
250 grs de chauchas
1 bulbo de hinojo fresco
almendras tostadas c/n a gusto
100 grs de hojas de albahaca fresca
3 cdas. de gastrique de limón y tomate
aceite de oliva c/n
sal marina c/n
aceite para freír c/n
Para el gastrique de limón y tomate fresco:
Ingredientes:
125 ml de jugo de limón exprimido
80 grs de azúcar mascabo
150 grs de pulpa procesada de tomate fresco
herbs de provence, sal marina y pimienta a gusto
Preparación:
Blanquear las chauchas a partir de agua hirviendo con sal. Cocinar 4-5 minutos, retirar del agua y colocarlas en agua fría para cortar la cocción y mantener el color verde propio del vegetal. Reservar.

Calentar aceite en una cacerola. Cuando alcanza temperatura freír las hojas de albahaca previamente lavadas y bien secas, esto evitará posibles salpicaduras de aceite caliente. Retirar y dejarlas reposar sobre papel absorbente.
Cortar el bulbo de hinojo en láminas muy delgadas, con mandolina o cuchillo afilado. Tostar las almendras en horno suave durante 8-10 minutos.
Para el gastrique de limón y tomate fresco:
Llevar a ebullición el jugo de limón con el azúcar mascabo. Cocinar 10-15 minutos hasta reducir. Agregar la pulpa de tomates y continuar la cocción por 10 minutos más o hasta que vuelva a reducir. Condimentar con herbs de provence, sal marina y pimienta.
Mezclar en un bowl las chauchas, el hinojo, aceite de oliva extra y el gastrique de limón y tomate. Servir con la albahaca frita y terminar con las almendras tostadas.
Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

A la receta y a trabajar!


La quinoa posee un perfecto equilibrio entre carbohidratos, proteínas y grasas. Su contenido nutricional es excepcional y su versatilidad nos permite incluirla en un número incontable de preparaciones en nuestra cocina.
En este blog la utilizamos anteriormente en la receta del
Sí, es una quinoa divertida! Plena de sabores dispares y a su vez complementarios, rica en textura y color, diría casi una porción del éxtasis con el aporte especiado del crujiente del
No diga, como los niños, que no le gusta sin antes probarla. La quinoa merece su atención como alimento beneficioso para su salud y como uno de los cultivos preciosos considerados promisorios para la humanidad por su gran adaptabilidad a terrenos de todo tipo y climas.
Y esta receta no falla. Le doy mi garantía! 


Cuando esté tierna (10 minutos aproximadamente) colar. Añadirle las pasas de uva para que se hidraten con el mismo calor de la quinoa y reservar tapada.
Calentar en otra cacerola el aceite de oliva con el ajo aplastado y pelado hasta perfumarlo, cuidando de no sobrecalentar el aceite o quemar el ajo. Descartar los dientes.
Finalizar con 




Desde Yala, en la provincia de Jujuy,
La cooperativa Cauqueva, con sede en Maimará, provincia de Jujuy, persigue igualmente recuperar la riqueza de la agricultura de la región, mejorar las condiciones de vida de sus asociados y en forma indirecta la de cientos de familias de la zona.
En sintonía con nuestros amigos, desde
Investigue, busque, compre y consuma maíz de distintos colores: morados, rojos, amarillos, blancos, etc. Los encontrará ya secos, resistentes a una cocción rápida pero sin embargo fieles a brindarle con generosidad un sabor macizo, vigoroso, milenario. 
Para la emulsión de palta:
Para el maní dulce crocante:
Preparación:
Por la mañana llevar a fuego fuerte en una cacerola grande y luego bajar el fuego a temperatura media. Cocinar durante 1 ½ horas ó 2, hasta que el maíz esté tierno y comience levemente a desprender su cáscara. Sí, es mucho tiempo, hágalo un fin de semana, y mientras el maíz está en el fuego dedíquese a otra cosa. Si el agua se consume agregar agua hirviendo en la medida en que fuera necesario. Retirar del fuego, colar y reservar.
Picar el apio y el ciboulette, y cortar en mitades los tomates cherry. Reservar junto con el maíz.
Para la emulsión de palta:
Agregar el jugo de limón, la sal y el aceite de oliva y procesar nuevamente. Aligerar con el agua, agregándola de a una cucharada a la vez hasta completar la cantidad. Conservar en la heladera.
Para el maní dulce crocante:


La primavera ya está trabajando, arduamente y desde hace un tiempo, a pesar de un clima frío que no ha querido abandonarnos. Pero ella trabaja igual. Comienzan a aparecer, de a poco, sus frutos en los mercados. Espárragos y arvejas, alcauciles, algunas frutillas. La abundancia la traerá el verano, y mejor que nos encuentre listos para conservar bien toda esa fruta y verdura maravillosa que, unos meses más adelante, ahuyentada por los primeros fríos, acudirá rápidamente a instalarse en el otro hemisferio.
Tomates! Tomates! Tomates! Una insignia del calor tropical que tanto adoro y disfruto. Los cherry son mis preferidos. Jugosos, crocantes, hermosos! Revientan sin pudor en la boca, llenando cada espacio vacío con su cuota fresca, dulce y ácida, que siempre sorprende.
Los más pequeños son los más dulces, búsquelos, elija en esa caja hasta encontrarlos. Si no lo dejan elegir, acérquese a otro mercado. No se pierda el privilegio de uno de estos tomates chiquitos que pueden comerse como cerezas, o arándanos, como postre, aperitivo, o en ensalada, o de a uno mientras vuelve a casa, para entretener el camino de vuelta.
Para esta conserva de tomates cherry usaremos el horno y… nada más. Los dejamos allí tranquilos, hasta que se arrugue la superficie. Cocinamos del otro lado y en poco más de una hora, los retiramos y dejamos enfriar. Envasamos en aceite de oliva, hierbas a gusto y pimienta.


Llevar a horno a temperatura suave durante aproximadamente 1 ½ hora, dándolos vuelta de tanto en tanto para que se cocinen parejo. Cuando estén arrugaditos y la carne se note tierna pero aún mantenga su estructura, retirar del horno y dejar enfriar.
Colocar un fondo de hierbas en los frascos y apisonarlos un poco para que suelten su aroma.
Cubrir con aceite de oliva hasta más o menos 1 ó 2 cms de la altura del frasco.
Acomodar los tomates cherry, intercalándolos con las hierbas y los granos de pimienta machacados.
Llenar los frascos con aceite vegetal si lo vamos a conservar en la heladera. Si lo conserva en un lugar fresco fuera de la heladera puede utilizar aceite de oliva. Esto resaltará el sabor de los tomates. Pero recuerde, el aceite de oliva solidifica a bajas temperaturas. Puede optar por esta opción, más rica y saludable, y retirar los tomates de la heladera unos minutos antes de servir.






Agradezco otra vez de corazón a quienes apoyan de corazón mi trabajo. Aprecio la ayuda, la disponibilidad y, sobre todo, el cariño. Gracias! Y a seguir trabajando!
Aquí la receta. 

Preparación:
Añadir un chorro de aceite de oliva y mezclar.
Calentar un fondo de aceite de oliva en una sartén y saltear el radicchio y las zanahorias a fuego fuerte durante 2-3 minutos. Agregar la miel, una pizca de sal y revolver.
Retirar del fuego y reservar.
Pelar las paltas, partirlas al medio y cortar en finas rodajas. Untar la tostada con la mayonesa de mostaza y miel, colocar encima el queso Halloumi, luego la palta (media por cada tostada) y finalmente la preparación de radicchio y zanahorias. Terminar (opcional) con avellanas tostadas y un poco más de mayonesa de mostaza y miel, a gusto.
Guardar la mayonesa de mostaza y miel en un frasco tapado en la heladera. Sirve para untar panes, galletas, para acompañar carnes de todo tipo, como vinagreta de ensaladas, etc.