Pequeños cherrys

Pequeños cherrys

 Letras | Cocina

dsc07259Estirando el centímetro, alcanzo a medir 1,60 m. En eso no salí a mi madre, quien jamás usó tacos, y al mínimo batido de los peinados de una vez resultaba más alta que mi padre.
Desde que perdí peso me visto del tamaño de los niños, claro que la ropa alegre e infantil que antes me sentaba simpática, ahora que estoy unos años más crecida podría crear ciertas sospechas sobre la incipiente pérdida de mis facultades mentales. Sí, seré una vieja con ropa de niña, con la salvedad de mis pies, pues si continúa esta pugna de mis juanetes por sobresalir cada día un poco más, el calzado tendrá que adaptarse a esta condición degradante y, en consecuencia, también a la edad.

dsc06983Como pequeña, me gusta todo lo pequeño, y sufro de cierta compulsión por comprarlo. Claro que hay otras cosas, incontables, algunas básicas, que deberían ser siempre grandes, como las casas, las ambiciones, las cuentas de banco, las valijas, las cocinas, las ventanas… No muy fáciles de obtener, me compenso en su lugar pagando menos por aquello que suele caber en mi puño, o en los dos. Le explico: individuales de mesa, un plato de postre, un cuarto de higos turcos, una barra de chocolate, un libro, un ramo de fresias, un frasco de miel de limón, una crema de manos importada que traje ayer (casi fuera de mi presupuesto), una revista de cocina.

dsc07055Y a mí qué me importa? Dirá usted, muy oportunamente.
Abordemos, mejor, el tema de la gastronomía, que es el que nos convoca aquí y por el cual usted me sigue, y repasemos el dilecto universo de elementos –no obstante pequeños– aptos para aniquilar el hambre, la ansiedad o el vicio de comer y, además, con altas propiedades antidepresivas para quienes, como yo, no estamos a estas alturas en estado de combatir tristezas con ejercicios más interesantes.

dsc07003Los vegetales baby:
zanahorias, remolachas, puerros, papines, hinojos, berenjenas… De colores y sabor muy vivos. Si fueran medicamentos, deberían venderse como la alternativa forte de la versión original. Un inspirado capricho de la naturaleza.

dsc07007Los frutos secos:
tomemos el caso de la almendra. Un primer mordisco duro, que cruje y anticipa los que vendrán después para reducir su firmeza a una masa blanda, entre amarga y dulce, completamente elegante, indeciblemente sutil.
Un diente de ajo:
picante, persistente, impertinente como perro chico, impetuoso.
Los frutos rojos:
entretienen, adornan, enamoran.

 

dsc07024Aceitunas:
de carne y hueso. Tiernas, amables y versátiles. Me gustan todas: las verdes, las negras, las moradas, las negras “tipo” griegas, todas. Y las hago partícipes de diez de cada diez de mis preparaciones. No, no es verdad, exagero, no se me ha ocurrido todavía una receta de postre en donde incluirlas. Pero puedo pensarlo…

El higo, incitante y sensual, como la uva, la palta, el caqui, un langostino, una almeja, las vieras. Frutas y frutos de pulpa apacible, que se dejan comer con facilidad y nos contagian el sosiego y su mansedumbre.
Sea en el mar o en la tierra, la lista de estos pequeños deleites es tan copiosa que un solo blog no daría abasto para contenerla. Menos mal que nuestro mundo, pese a las injurias que le infligimos, no renuncia a su fecunda generosidad. No todavía…

Un tremendo lío para llegar al tomate cherry, mire usted si seré cuentera…
El cherry. Un pequeño rey. Colérico. Explota en la boca o en la cacerola y desparrama a propósito un reguero de jugo y semillas como representación o aviso de que con este chiquito no se juega. Rojo intenso. Acidez moderada. Amigo de la albahaca, el tomillo, el ajo, el aceite de oliva y las olivas. De la lechuga, la endivia, la palta, la pasta, el pollo, la pizza, el apio, la polenta, el mijo, el berro, la rúcula, el brócoli, y… amigo mío también! Y de usted? De quién no?

Cherrys con interior de tapenade y queso de cabra

Ingredientes:
(las cantidades no están indicadas, dependerá del número de personas que comerán este plato, ideal como aperitivo. Tenga en cuenta al hacer sus cálculos que estos cherrys crean necesidad…)

dsc07162Tomates cherrys c/n
Queso de cabra cortado en pequeños cubos c/n (o queso azul)
Tapenade de olivas (la misma que llevamos al picnic) c/n
Hojitas de albahaca c/n
Aceite de oliva c/n

dsc07168Preparación:
Cortar la tapa de los tomates cherrys y una mínima rodajita en su base para lograr que se apoyen. Ahuecar con un cuchillo bien filoso o una cucharita. Proceder con mucha delicadeza pues se rompen fácilmente.
Agujerear la tapa con un palillo o escarbadientes justo en el lugar en donde estaba su cabito original.

dsc07093Rellenar la mitad de los cherrys con la tapenade y la otra mitad con los cubitos del queso de cabra o del queso azul.

dsc07100dsc07109Forrar una asadera con papel aluminio embebido en rocío vegetal y estacionarlo en la heladera durante unos minutos. Colocar sobre el papel los tomates cherrys, las tapas a un costado y verter encima aceite de oliva.
Cocinar en la parte alta del horno, a fuego moderado, durante 5 a 10 minutos.
Saldrán arrugados y perderán la apariencia idílica que tenían crudos, pero ganarán en sabor y usted me lo agradecerá.
Introducir las hojitas de albahaca en el agujerito de la tapa, no tiene que hacerlo con todas, sólo hasta que la paciencia le alcance. Colocar las tapas sobre los tomates y servir.

dsc07248dsc07213Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Picnic de primavera…

Picnic de primavera…

 Letras | Cocina

dsc06713Los árboles que veo a diario y conozco desafían los últimos fríos del invierno. Se les salen las yemas por las ramas apenas un sol tibio les anuncia lo inevitable: que la primavera del 21 de Septiembre que aún no se presenta, infaliblemente, lo hará.

dsc06968dsc06833Mi novela “Sin sabores de amor” así comenzaba:
Fue en primavera. Estúpidamente cierto es que las historias de amor, decía Elisa, casi siempre empiezan en primavera. Una estación muy ajetreada todos los años, brotando incansable las yemas de cuanto árbol se anda cruzando por su camino, soplando a medio mundo su aire tibio y dulzón de flores y sol convaleciente, casamentera legendaria, arreglando encuentros entre mujeres y hombres, inicios tal vez de algún resplandor futuro.
Matilde Donatti era un poco más feliz en primavera.

Y ocurrió tiempo después que… (en tiempo de primavera, sin duda)
Cómo podía Matilde escribir sobre esa piel que la cubrió como un vestido, como una quemadura, como un corazón con cuerpo que se detuvo en cada resquicio de los pies y hasta su vientre, elaboró con besos de agua dos caminos paralelos y un alto en la cintura. Allí besó las esquinas y el centro fecundo y subió besando y besando para alimentarse extasiado en el cáliz nutricio de su pecho. Cómo podía Matilde escribir sobre esa boca y esas manos furtivas que reclamaban para sí cada espacio de su carne con la suavidad de un niño, con la autoridad del viento, con tanto amor y astucia que tuvo miedo de morirse corazón con corazón.
– ¡No me olvides si me muero!, -le pidió Matilde.

dsc06848La primavera deja tibio el aura y nos provoca. Nos roza los brazos descubiertos, el cuello sin bufanda, los pies en sandalias, el alma ligera. Viene detrás y nos empuja a salir de la casa, a conversar al aire libre, a caminar. Se sabe que está emparentada con las buenas querencias, y también con algunas efímeras, que duran hasta el día siguiente o con un poco de fortuna, hasta el próximo frío. La primavera es revoltosa, y le importa un bledo.

Como usted, que como yo quizá ya no los tenga, anduve por los veinte festejando cualquier causa inimaginable, y con mayor razón y entusiasmo, las más obvias. El comienzo de la primavera era una de ellas, cada 21 de septiembre, con un picnic en la plaza, en el club, en un parque.

dsc06961Mi mamá conoció a mi papá en un picnic. Se repartieron con una amiga los dos candidatos que las escudriñaban midiendo a ojo la altura de ambos. Mi madre, siempre la más alta, tenía pocas opciones.

El picnic podría ser una de las tantas celebraciones que deberíamos encontrarle a la vida. En el post Il Tempo hablé sobre el tiempo y el afán de todos de estirar por encima del límite la cantidad que nos ha sido asignada. Y por qué? No le ganamos tiempo al tiempo para soportar una desdicha, lo queremos para el festejo, para el amor, para reír.

dsc06966Reconozco que, a menudo, la probabilidad de dar con las penas es bastante mayor al esfuerzo que demanda una sola de las alegrías posibles para ser advertida, hallada, puesta en la mesa para compartirla. Y le confieso, con cierto pudor de ingratitud, que debo concentrarme a diario y repasar en la memoria las formas felices de la vida para no caer en el dilema de rendirme o seguir intentándolo.
Si considero la fragilidad y a veces casualidad de la secuencia de mis años anteriores (aquellos acontecimientos que por falta o sobra de algún detalle podrían haberse encaminado hacia una dirección distinta), entonces siento la vida tan leve que me enojo al punto de perjudicar mi salud; y mi cuota de tiempo, en consecuencia, se acorta. Me ha pasado ya, y créame que una úlcera tardará una nada en manifestarse y numerosas horas de dolor para ser curada.

dsc06944Haga usted también el esfuerzo. Busque, que todos tenemos motivos para mandar al carajo los dilemas, los recelos, la cobardía. Y si decide encontrarlos, váyase de picnic, al lugar que sea, no alegue que no tiene dónde hacerlo. Por más cerrada que fuese su ciudad es improbable que no cuente con un espacio verde, aunque mínimo. Salga y tome conciencia del aire que toma. Se lo pido con la misma índole intimista que me asiste habitualmente para contarle mis vivencias. No crea usted que acudo al blog para dejar aquí enseñanzas o discursos escritos. No se confunda. Significaría para mí una pretensión inabordable que además no persigo. Acudo al blog para con él y a través de él mandar al carajo mis propios dilemas, para deshacer los recelos y subyugar la cobardía. Y para procurarme, consciente de ello, un tiempo un poco más feliz.

Váyase de picnic, festeje la primavera o haga lo que le venga en gana. Yo saldré ahora a tomar el sol templado de esta tarde que empezó gris y lluviosa, y después se iluminó, se puso coqueta, claramente para que la paseáramos.

La receta de hoy, en un frasquito de vidrio, llegará a su picnic en perfectas condiciones.
Esta tapenade de olivas negras e higos secos la preparé con olivas empeltre marca Primòlea. Gracias Mario Palchetti, por la calidad inmejorable de los productos que su empresa propone. Muchas gracias!

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Tapenade de olivas negras e higos secos
Tapenade: proviene de la palabra provenzal «tapéno», que significa «tápenas» o «alcaparras».

dsc06661Ingredientes:
250 grs de aceitunas negras tipo griegas
4 higos secos pequeños o 2 grandes
4 cucharadas de alcaparras
2 dientes de ajo asados
¼ taza de aceite de oliva extra virgen
jugo exprimido de un limón
cáscara rallada de un limón
cáscara rallada de una naranja
4 cucharadas de perejil picado
sal y pimienta c/n

dsc06688dsc06671dsc06677Descarozar las aceitunas y trabajarlas con minipimer, mortero o procesadora junto a las alcaparras, los higos y el aceite de oliva hasta formar una pasta densa.

dsc06694dsc06698Agregar el jugo de limón y la cáscara rallada de la naranja y el limón. Por último los ajos asados, el perejil, la sal y la pimienta.

dsc06706Procesar unos segundos más, controlar la sazón y reservar en frasco de vidrio en la heladera hasta el momento de utilizarlo. Se conserva durante varios días.

dsc06711Ideal como aperitivo, para untar en pan tostado, con verduras a la plancha, pescado, pasta, ensaladas, etc. Y para protagonizar, en nuestro caso, este picnic saludable, delicioso y sanador…

dsc06729dsc06715dsc06726dsc06734dsc06741Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

Aceite vs manteca

Aceite vs manteca

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PARTE I

Si usted cuida su salud y también cocina, como yo, tendrá cierta práctica entonces para identificar cuáles son los ingredientes “no saludables” de una receta y cambiarlos luego por mejores alternativas.
Hay varios ingredientes como la manteca o mantequilla, harinas refinadas, azúcar, entre otros, que son perjudiciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo, además de contener muchas calorías y de no ser para nada nutritivos.

ACEITE VS MANTECAr

Hoy trataré de que usted, sí, usted que aún no está muy a gusto con el gusto de la cocina saludable, coma con mejor ánimo, se complazca de hacerlo sin culpas y sea a la vez consciente de los nutrientes esenciales que estará ingiriendo. O al menos, si la meta fuera muy grande, que empiece de a poco a reflexionar sobre el tema.

Una mejor elección de nuestros ingredientes así como de los métodos de cocción constituye la base de toda cocina sana. Sí, mejores elecciones, esa es la clave. Para ello aprenderemos a sustituir aquello que no nos es conveniente por un producto beneficioso.

He hablado ya de sustitutos de harinas blancas, de azúcar blanco, de leche de vaca. Puede referirse a estos links para obtener más información, no quiero repetirme, pues si me lo hace notar después, tendré que sonrojarme.

ACEITE VS MANTECAr2También he escrito maravillas, y lo seguiré haciendo, sobre las propiedades del aceite de oliva extra virgen. A estas alturas todo el mundo sabe que uno de los componentes básicos de la dieta mediterránea es el aceite de oliva, una grasa insaturada, de origen vegetal, que se usa en la cocina de los países del sur de Europa desde tiempo inmemorial.

dsc06291Usted habrá notado que en ninguna de mis recetas utilizo la manteca. Por qué?
La manteca contiene ácidos grasos trans que no sólo aumentan los niveles de colesterol malo (LDL) en la sangre sino que disminuyen el colesterol bueno (HDL), provocando un mayor riesgo de sufrir arteriosclerosis y otras enfermedades cardiovasculares.
Por su parte, el consumo de aceite de oliva nos provee de ácidos grasos no saturados esenciales como vehículo para la ingestión y absorción de vitaminas liposolubles, entre otras funciones, y tienen un efecto cardio protector.

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Si quiere mantener una alimentación sana, sin grasas saturadas, le aconsejo que busque recetas que contengan aceite de oliva en lugar de manteca, o en su defecto, sea un poco más dócil y experimente. Reemplácela por aceite de oliva, en preparaciones dulces y saladas, no sólo probará un sabor delicado y tanto más agradable sino que notará rápidamente una sensación de bienestar que lo estimulará a seguir un pasito más adelante.

Le dejo una tabla de sustitución de manteca por aceite de oliva, y no diga que no le facilito las cosas…
La regla general es sustituir 1 medida de manteca o mantequilla por 3/4 medida de aceite de oliva extra virgen (utilice un varietal suave, si no está muy familiarizado con el uso de este aceite).

Y siempre, SIEMPRE, elija productos de calidad. Una mayor inversión en los ingredientes con los cuales cocinará influirá de manera notable –y positiva– en sus gastos en concepto de salud. Es mucho más económica la prevención que las medicinas.

MANTECA ACEITE DE OLIVA
1 cucharadita ¾ cucharadita
1 cucharada 2 y ¼ cucharaditas
2 cucharadas 1 y ½ cucharadas
¼ taza 3 cucharadas
1/3 taza ¼ taza
½ taza ¼ taza + 2 cucharadas
2/3 taza ½ taza
¾ taza ½ taza + 1 cucharada
1 taza ¾ taza

Por último, y si aún no le atrae la idea de una cocina sana, piense que además de los múltiples beneficios que estará añadiendo a su salud es muy posible que obtenga algunas otras compensaciones no menos interesantes, cómo ésta, por ejemplo…

antes-despues

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Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

“Biscotti del Re”

“Biscotti del Re”

Letras | Cocina

dsc06140dsc06152He hablado en otras ocasiones, y también recientemente, sobre Alessandra. Italiana, dirige junto a su marido el agriturismo Il Cucco, muy cerca de Bologna, en el que trabajan ambos más el hijo y más una familia compuesta de empleados y parientes desde hace quince años.

gruppo-cucco-con-grembiule-iigruppo-elis-campagnadavanzelisCuando la vida arrugue la frente y le ponga esa cara de complicada, piense como yo en los permisos que nos otorga cada tanto para ser y sentirnos felices, no importa cuánto dure, de cualquier manera, cuando nos mira con esa cara que consiente, es cuando más se hace querer, le ha pasado? Seguro que sí, con ceño fruncido o con la sonrisa del bienestar, la vida nos mantiene a todos en un sube y baja necesario para aprender a rescatar como único el momento de la subida, y a agradecer, durante el crudo aterrizaje, el haber estado presente, antes de allí, en la cima más placentera.

Los inteligentes, los adoradores del psicoanálisis, los espirituales, y sin ahondar, cualquier otro puede decirlo con palabras menos rudimentarias, el talento es asunto de pocos y no me ha alcanzado como quisiera. Sin embargo, no es ésta la dignidad que pretendo, más bien el desarrollo de la capacidad de agradecimiento que, como un ejercicio cotidiano, le estire y planche el seño a la vida cada vez que me ponga esa cara de mala. Sí, agradecer. Siempre. Para no quedarme sentada sobre el clavo de la discordia, inerte y reclamando. Asunto de pocos también. O de muchos menos…

En uno de sus episodios amables la vida extendió frente a mí la mano de Angelo y luego la de Alessandra, las apreté con autoridad. Las manos incorruptibles considerarían una ofensa la languidez en el trato. Y enseguida los abracé, rendida ante su cariño.

alessandra-e-angeloEl agriturismo Il Cucco es parte de un consorcio de cuatro agriturismos que trabajan juntos, solidariamente. Cada uno diferente en estructura, acogedores todos sin diferencia, abundantes en la respuesta a la más mínima solicitud de sus huéspedes.

panesaletta-ingressoPuede no creerme y tendría usted razón, pues ya formo parte de esta familia (me han honrado con el parentesco de “sorella”) y mis recomendaciones han perdido hace rato la objetividad que nunca tuvieron. Bien, vaya y a la vuelta conversamos. Allí, cerca de Bologna, en la campiña Emiliana, para ser precisos en Altedo, cerca de Ferrara, Módena, Parma y de algunas otras ciudades que incluyen los itinerarios turísticos y que podrá alcanzar fácilmente, sólo deberá esquivar la poderosa tentación de no moverse y dejarse mimar hasta la vergüenza.

Vaya suelto de prejuicios, para no creer que se acercan a robarle cuando le regalan algo en la mano o lo abrazan sin motivo o se hacen cargo de sus bolsos para que usted no los cargue o quieran saber de usted, y pregunten con auténticas ganas. Vaya si puede. Dele un pretexto a la vida, ella sabrá entender a cuál de sus alturas dulces subirlo…

El “biscotto del Re” es oficialmente, desde el año 2011, el primer producto De.C.O. de esta localidad de Altedo (Denominación Municipal de Origen, del Ayuntamiento de Malalbergo). De.C.O. es la marca de «producto típico local» para aquellos productos que constituyen una especialidad exclusiva del territorio municipal.

Historia del “biscotto del Re”
Finalizada la Primera Guerra Mundial, exactamente el 6 de junio de 1918, el Rey Vittorio Emanuele III efectuó una visita oficial a Altedo. Su Alteza Real, sobreviviente del frente Nord-oriental, fue escoltado por el Prefecto de Bolonia, altos oficiales y otras autoridades civiles. El cortejo llegó a las diez de la mañana a Altedo, estacionó cerca del molino de propiedad del alcalde Zeno Pezzoli y todos, Rey incluido, tuvieron que esperar a que el Sr. Pezzoli bajara del dormitorio.

Se cuenta que Zeno Pezzoli no tenía ninguna aptitud para madrugar, y evidentemente, ni siquiera las visitas reales lo aceleraban. (En tal caso, un Alcalde de Altedo, se arroga la envidiable primacía de haber hecho esperar al mismísimo Rey de Italia mientras dormía su cuota justa). Quizás, para aliviar esta incongruencia, la señorita Anna Pezzoli, hija del Alcalde, le ofreció al Rey un ramo de flores que estaba sobre la mesa, y al entregárselas, el agua del florero –para completar el ridículo– mojó sus austeros pantalones militares. Linda bienvenida…

Finalmente, el Alcalde bajó y el cortejo se encaminó hacia la Cooperativa Agrícola Marsiglia. El motivo oficial de la inspección era el de enseñarle al Rey las nuevas técnicas de cultivo del arroz, en particular la de la aradura, hecha desde entonces con maquinarias movidas por motor eléctrico y no más por las antiguas locomotoras a vapor.

Concluida la visita a la empresa, al Rey y a su séquito les fue ofrecido un suntuoso refresco. Para la ocasión, la señora Tuda Martinelli Pezzoli, madre del Alcalde Zeno, ideó un tipo de galleta parecida a las galletas que los soldados consumían en el frente: eran galletas dulces y ligeramente amargas, con almendras, cocidas al horno y un poco crocantes.

re2Al Rey le gustaron tanto que pensó mandar algunas a la finca de San Rossore, donde estaban sus hijos. Se dirigió a la señora Tuda, agradecido, y le ofreció la patente de la Casa Real para sus galletas, pero ella contestó que habían sido preparadas exclusivamente para su Majestad y no para ser expuestas en el comercio. Tomó luego una servilleta, la llenó de galletas, la ató por sus cuatro puntas y se la dio al Rey para que se la mandara a sus hijos. Sin embargo, antes de despedirse, le pidió al soberano la autorización formal para poderlas llamar oficialmente y para siempre «las galletas del Rey», i biscotti del Re.

Diez años después, durante la inauguración del monumento a Giosuè Carducci, en Bologna, Vitttorio Emanuele III, conversando con otras autoridades presentes, oye casualmente pronunciar el nombre de Altedo, y súbito exclamó: “Altedo? I Biscotti del Re!”

Estos bizcochos aún hoy se preparan en Altedo, especialmente para Navidad, Pascua y para la fiesta de las Oraciones, y se han convertido, junto al espárrago verde, en verdaderas y típicas especialidades altedeses.

Ésta es una de mis cimas más dulces: un paseo por Il Cucco y un recuerdo de una sobremesa larga masticando sin parar los biscotti recién hechos en el agriturismo, acompañados de un vino tardío orgánico que le venía a la medida… Cuénteme una de las suyas. Se anima?

Biscotti del Re (para obtener medio kilo de biscotti)
Adaptación de la receta de Alessandra Tosatti
Ingredientes:
150 grs de harina integral fina
150 grs de harina de arroz integral
2 huevos
130 grs de azúcar integral
100 grs de almendras peladas enteras
60 grs de cáscaras abrillantadas de limón o naranja*
½ cucharadita de bicarbonato de sodio
1 pizca de sal marina

dsc06093dsc06095dsc06100Preparación:
Mezclar las harinas con el bicarbonato y la sal y formar un aro sobre la mesada. En el centro colocar los huevos, el aceite y el azúcar. Unir los ingredientes líquidos a los sólidos incorporando de a poco estos últimos. Formar una masa homogénea y agregarle las almendras enteras y las cascaritas de los cítricos previamente picadas.

dsc061021Trabajar un poco más la masa hasta que las almendras y las cascaritas se distribuyan de manera uniforme.

* Las cascaritas de limón o naranja puede comprarlas en cualquier dietética. En este caso las hice caseras, hirviendo 3 limones y 2 naranjas a los que previamente exprimí su jugo. Luego de 5 minutos de ebullición (o cuando estén tiernas) quitarlas del fuego y descartar el agua. Cortarlas en finas tiras. Preparar un almíbar con 150 grs de azúcar orgánico y 150 ml de agua. Continuar la cocción de las cáscaras en el almíbar hasta que éste se reduzca. Retirarlas y pasarlas por azúcar orgánico. Cuando estén frías guardar en frascos de vidrio en la heladera.

Formar panes de aproximadamente 35 cm de largo y 5 cm de espesor. Llevar a horno a 180º por 20 minutos. Atención a no cocinarlos demasiado. Retirar y dejarlos enfriar.

dsc06108dsc06110dsc06112dsc06118Una vez fríos cortarlos en modo transversal en rodajas de no más de medio centímetro de espesor. Volver a hornear los biscotti durante 3 o 4 minutos. Retirarlos aún claros, no dorar.

dsc06123dsc06125Estos biscotti se mantienen por mucho tiempo si se conservan en un recipiente hermético o en una caja de lata.
Sírvalos con un vino tardío, o acompañe el té, el mate o el café si lo prefiere.

dsc06147dsc06145Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)

De Mendoza, ensalada tibia con olivas.

De Mendoza, ensalada tibia con olivas.

Letras | Cocina

… el olivo
de volumen plateado,
severo en su linaje,
en su torcido corazón terrestre…
Oda al aceite (Pablo Neruda)

dsc046902Mendoza, tierra seca. Desierto desnudo. Ejemplo y testimonio permanente de los dones que nos regala el suelo con el estímulo adecuado. Los huarpes lo sabían muy bien, y gracias a ellos, esta ciudad, después afamada por el sol y el buen vino, produce y prospera.
Estuve allí hace muy poco.
Mi primer paseo? Busqué con urgencia su mercado, como lo hago siempre que visito una ciudad distinta a la mía. Lo encontré a dos cuadras de mi hotel, y al entrar sonreí, agradecida y alegre.

dsc046512“¡Atención al mercado, que es mi vida!”, escribió también Pablo Neruda. Lo cito en esta oportunidad por ser hombre fecundo como esta tierra, amante de las letras y la cocina, glotón de la vida, un destello humano, hubiera cabido bien en Mendoza. Vuelvo a citarlo: “… amo tanto las palabras… son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto…”
Entiende usted la envergadura de su glotonería?

neruda1Entonces el mercado. Me detuve ante dulces de alcayota, durazno cuaresmillo, cereza, membrillo, manzana, arándanos, batatas, quinotos… Compré higos en almíbar, queso de cabra, pasta de aceitunas y mermelada de uva. Al regresar a casa, se esfumaron en menos de tres días. Qué pena. O qué dicha?…

dsc04652dsc04653dsc04654dsc04655Con el espíritu recobrado, como quien mira en alto luego de haber cumplido una celebración importante, salí a sus calles, verdaderos túneles verdes, “ciudad jardín”. Cincuenta mil frondas, de cincuenta mil árboles, la mayoría moreras híbridas, fresnos europeos, plátanos y paraísos comunes, se elevan desde ambos lados de la calzada.

dsc04659dsc04667Y en la calzada, fotografié sus acequias, sistema de riego fundamental para esta región desértica, transformada en un oasis por los indígenas que la habitaron, los huarpes, creadores de un sistema de riego por canales que les permitió distribuir el agua del Río Mendoza.

mendoza-acequiasA pocos kilómetros, ya fuera de la ciudad, el sistema de riego por goteo ha sido causa y benefactor de un paisaje prolífico en viñas y bodegas, olivares y frutales, y comienzo a disfrutarlo desde las primeras horas de la mañana siguiente. Nos recibe un camino de álamos, y un perro cómplice nos acompaña con su cariño. De fondo el Cordón del Plata, nevado, tras una capa de fina neblina, se impone.

Paseamos entre barriles y pianos empolvados, jugamos en las cocinas magistrales a ser dueños y a cocinar algún prodigio, comimos los colores de las huertas, probamos sus vinos y aceites de oliva, hicimos amigos con facilidad. Cintia es una de ellos. Gracias por acogerme como familia, por tu calidez, por el día entrañable!

dsc04705dsc04788dsc04754dsc04735dsc04763dsc04780dsc04781dsc04798El sol no se detuvo nunca, y el viento Zonda nos fastidió una mañana volándonos el peinado y las hojas de los árboles. En el otoño de mi pueblo natal, regresando del colegio a casa, me entretenía con el andar crujiente de mis zapatos sobre el colchón seco que el otoño había tirado al piso. Unos cuantos años después, lo evocaba con ternura y ojos de niño radiantes.
Que mi amiga tenga razón, y que el regreso nos confirme pronto la parte que le corresponde en la sentencia.

dsc04765… No sólo canta el vino,
también canta el aceite,
vive en nosotros con su luz madura
y entre los bienes de la tierra
aparto,
aceite,
tu inagotable paz, tu esencia verde,
tu colmado tesoro que desciende
desde los manantiales del olivo…
Oda al aceite (Pablo Neruda)

dsc04697Ensalada tibia de zapallo y olivas marinadas

Ingredientes: para 2 personas
Para la ensalada:
600 grs. de zapallo Tasty o calabaza
1 atado perqueño de berro (o rúcula o radicchio o cualquier otra hoja amarga o picante)
150 grs. de queso de cabra (o el queso de su preferencia)
semillas de zapallo peladas y tostadas c/n (puede reemplazarlas por nueces picadas groseramente)
aceite de oliva c/n
sal y pimienta c/n
1 cucharada de azúcar mascabo
jugo de limón c/n

dsc05578Para la marinada de olivas:
250 grs. de aceitunas surtidas: verdes, negras tipo griegas, negras.
50 grs. de tomates deshidratados
½ taza de aceite de oliva extra virgen
2 cucharaditas de tomillo
2 cucharaditas de orégano
1 cucharadita de ají molido
ralladura de la cáscara de 1 limón
jugo exprimido de ½ limón grande o 1 pequeño

dsc05663Para la marinada de olivas, mezclar los diferentes tipos de aceitunas con los tomates deshidratados previamente remojados en agua caliente y escurridos. Calentar a fuego bien suave en una cacerolita el aceite de oliva, el orégano, el tomillo, el ají molido y la ralladura de la cáscara del limón. Mantener la temperatura baja por 5 a 8 minutos para que el aceite se perfume del aroma de las especias. Retirar del fuego, agregar el jugo de limón y verter el aceite sobre la mezcla de aceitunas y tomates secos. Revolver y guardar en la heladera. Lo ideal es preparar la marinada con más de 12 horas de anticipación o el día anterior, para que los sabores se impregnen bien. Mezclar cada tanto asegurándonos de que todas las olivas estén bien cubiertas.

dsc05662dsc05666Pelar y cortar el zapallo en finas rodajas de aproximadamente 1 y ½ centímetros de espesor. Acomodar en una asadera aceitada de manera que cada rodaja quede completamente apoyada por uno de sus lados (necesitamos que quede bien caramelizada). Rociar con aceite de oliva, sal y pimienta y el azúcar mascabo y cocinar en horno fuerte durante 5 minutos por lado o hasta que el zapallo esté cocido pero no demasiado blando. Retirar y reservar.

dsc05656Condimentar la ensalada de hojas con aceite de oliva, jugo de limón o aceto balsámico y sal. Romper el queso con las manos en pequeños trozos.

dsc05673dsc05677Acomodar el zapallo en el plato o la fuente de servir, volcar encima parte de la marinada (la preparación restante se conserva en la heladera. Es muy versátil como ingrediente de un plato de entrada o como aperitivo en sí mismo). Terminar con el queso, las semillas de zapallo y acompañar con la ensalada.

dsc05689dsc05686Marisa Bergamasco
(Aficionada a la escritura, al buen cocinar y al buen comer y a los buenos y grandes cariños, de profesión agente de viajes, soñadora de vocación, por siempre…)